El patrimonio cultural del Solar de Tejada, en Laguna de Cameros, declarado Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial
El director general de Cultura y Turismo, Eduardo Rodríguez Osés, ha informado sobre El patrimonio cultural del Solar de Tejada, en Laguna de Cameros, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de carácter inmaterial en un Decreto publicado en el Boletín Oficial de La Rioja el pasado 8 de junio y que, en los próximos días, se publicará también en el Boletín Oficial del Estado.
En su presentación, Rodríguez Osés ha estado acompañado por Mariángel Quesada y Zea, canciller del Solar de Tejada; Tomás Rubio de Tejada y Fernández, alcalde ordinario; Antonio de Castro y García de Tejada, cronista, y Javier Alfonso Somalo Mendiola, vocal del Solar de Tejada.
“Como Bien de Interés Cultural, el Solar de Tejada contará con una protección específica que se concreta principalmente en la realización de labores de investigación, descripción y divulgación para la conservación documental y la transmisión intergeneracional de este patrimonio” ha señalado Rodríguez Osés.
El patrimonio cultural del Solar de Tejada
El Solar de Tejada constituye en la actualidad una institución de origen inmemorial de continuada trayectoria histórica y plenamente imbricada en la España moderna, de cuya doctrina constitucional dimana la plena igualdad entre los sexos. Representa, además, un resto arcaico del feudalismo colectivo castellano.
Una singularidad cultural ubicada en La Rioja y compartida con un nutrido número de personas, los señores de la Ilustre Villa Antigua Casa y Solar de Tejada, que, a pesar de la diáspora geográfica por la que se encuentran repartidos tantos siglos después, siguen encontrando en el sentimiento de propiedad del mencionado solar, como en pertenecer a un linaje conocido, una seña de identidad común, rica en historia y tradiciones cuya génesis se encuentra en el corazón del Camero viejo.
El señorío de la Ilustre Villa, Antigua Casa y Solar de Tejada se encuentra sustentado en tres aspectos fundamentales: el legendario, el histórico y el nobiliario.
El legendario se retrotrae a la batalla de Clavijo y al romance fundacional que hace a los señores de Tejada descendientes del aguerrido caballero Sancho de Tejada, que ayudó al rey Ramiro I de Asturias a imponerse a las tropas sarracenas, recibiendo en recompensa por el esfuerzo los lugares de Tejada y Valdeosera. Esta última concedida también a trece caballeros galicianos que poblaron la villa con el hijo menor del mencionado caudillo.
La realidad histórica se ha visto, hasta la fecha, escondida tras los aspectos tradicionales del romance. Investigadores como Tomás Rubio y Fernández de Tejada o Antonio de Castro y García de Tejada, ambos señores del Solar, y el primero su Alcalde Ordinario, están realizando un importante esfuerzo investigador, que está esclareciendo aspectos desconocidos sobre su origen y evolución.
Los aspectos nobiliarios, vienen acreditados por representar el señorío del Solar de Tejada, el único señorío colectivo que ha llegado hasta nuestro días con el refrendo de los poderes públicos. En el año 1981, el rey Juan Carlos I confirmó un histórico privilegio, concedido por el rey Enrique IV en 1460, en el que además de autorizar de forma oficial el uso del escudo de armas a los propietarios del señorío, reconoce además, la calidad de caballeros hijosdalgo de estos, tanto por línea de varón, como de mujer. Tal reconocimiento es un hecho excepcional, y el único reconocimiento oficial de la dignidad nobiliaria de caballero y damas hijosdalgo.
Desde la sierra de Cameros los señores del Solar de Tejada, dedicados especialmente a la ganadería, se esparcieron por toda España. En la actualidad, los casi cinco mil señores vivos del Solar de Tejada, administran su señorío colectivo y promueven la vinculación a la casa de aquellos que descienden de caballeros asentados en sus seculares libros de becerro, donde se inscribían aquellos que descendían de la misma.
El Solar de Tejada tiene entre sus principales objetivos la defensa de sus señas de identidad y la promoción de los valores históricos, medioambientales y económicos de los Cameros, en cuya sierra se encuentra el alma de esta institución histórica.
Cabe destacar que todos los años, el primer fin de semana de octubre, recibe con los brazos abiertos a los descendientes de aquellos que abandonaron años, o siglos atrás sus villas y aldeas en busca de nuevos horizontes. Todos juntos celebran un almuerzo de confraternización que de nuevo los vincula con la sierra y vuelven a sus lugares de origen orgullosos de unas raíces, y protagonistas de unas tradiciones que, generación tras generación, se trasmitirán para dejar su huella en la historia común de Castilla, La Rioja y los Cameros.