Gamarra: “El Plan contra la Pobreza Energética procura tranquilidad a las familias más vulnerables socialmente”
La alcaldesa ha analizado ante la grupo de trabajo del Consejo Social el desarrollo de las distintas iniciativas puestas en marcha para atajar este problema en la ciudad.
“Hemos vuelto a demostrar que los logroñeses tenemos un carácter solidario y que nos preocupamos por ayudar a los que peor lo están pasando para que superen una coyuntura adversa; de este modo generamos el avance social de nuestra ciudad, una de las prioridades de nuestra acción de Gobierno. Con el programa para evitar los desahucios Logroño se convirtió en referente nacional y lo hemos vuelto a ser con el Plan de Lucha contra la Pobreza Energética. Es un triunfo de todos, del conjunto de los logroñeses representados por los distintos grupos políticos y las entidades sociales que componemos este equipo de trabajo”.
La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, se ha dirigido así al resto de miembros de este grupo de trabajo surgido del Consejo Social de la Ciudad, desde el que se han impulsado diversas medidas que “están procurando bienestar y tranquilidad a muchas familias logroñesas, a las que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad social”.
Gamarra ha entrado en el detalle de las distintas acciones acometidas desde que este grupo se constituyó en diciembre de 2015. En aquella primera reunión se esbozaron las distintas líneas de trabajo para intentar paliar el problema de la pobreza energética que provoca que por falta de recursos económicos no se pueda hacer frente a gastos tan básicos como el de electricidad y gas. Una situación que provoca impagos, cortes en los suministros o una utilización de los mismos por debajo de los límites más elementales del confort. “Un problema que acecha a muchas familias y que aún es más dramático cuando en el hogar residen menores”.
Para paliar este problema se determinaron varias líneas de actuación: acuerdos con las empresas suministradoras para evitar cortes de suministros, ayudas económicas para cubrir las facturas de las familias, mayor flexibilidad en las bases de concesión y campañas de concienciación y formación sobre ahorro energético, entre otras.
Acuerdos con empresas suministradoras y ayudas económicas
En el balance realizado por la alcaldesa destaca la formalización de dos convenios con empresas comercializadoras (Iberdrola y Endesa), al que se sumará en los próximos días un tercero, que ha permitido ya dar cobertura a cerca de un 80 por ciento de la población en lo que a suministro eléctrico se refiere y a más de un 20 por ciento en gas.
En virtud de estos acuerdos se garantiza que no se producirán cortes por impagos en estos servicios básicos o que se les repondrán de inmediato en caso de haberse producido. La administración y las empresas se mantienen en contacto permanente para detectar casos de familias en situación de pobreza energética y ayudarles a solventar el trance; siempre con el informe previo de los servicios sociales municipales.
A estos afectados se les concede una ayuda para cubrir el coste de la luz y el gas, que el Ayuntamiento venía tramitando hasta el momento como una ayuda de emergencia pero que ahora se ha sistematizado, pudiéndose conceder hasta más de una al año. Para eso ha hecho falta modificar las bases que regían la convocatoria del Gobierno Regional, por el que se concede a las entidades locales un apoyo para que éstas a su vez las dirijan directamente a las familias. El Ayuntamiento solicitó este cambio y también otros con el fin de flexibilizar la concesión de estas subvenciones y poder llegar a más familias. Entre ellos, el que no sólo se otorgaran a propietarios de viviendas sino también a familias que vivieran en régimen de alquiler.
Las cantidades que el Ayuntamiento concede a las familias también han sido incrementadas a fin de apoyar aún más a las que sufren un problema de pobreza energética. Así, han quedado establecidas en un máximo de 120 euros por recibo mensual y 400 por consumidor al año para cubrir los consumos de gas (hasta este año eran de 100 y 300 respectivamente) y en un máximo de 60 euros al mes y 200 al año para los de luz (50 y 150 anteriormente). Si hay menores en el hogar a estas cantidades se les añaden 50 euros más.
En 2016 ya se han concedido 177 ayudas, por importe de 24.779 euros, estando en valoración cerca de 60 más. Como referencia hay que indicar que en 2015 fueron 157 por 18.813 euros.
Otra de las líneas acordadas por el Grupo de Trabajo contra la Pobreza Energética a fin de ayudar a paliar este problema social es el desarrollo de acciones formativas tanto para los profesionales que atienden estos casos como para la población en general. Para este fin, el Ayuntamiento se ha apoyado en el Programa Fiesta de la Unión Europea; mediante el que se están realizando auditorías energéticas tanto en cualquier hogar de la ciudad como de forma específica en viviendas de carácter social.
Así, en este año -como ha informado la alcaldesa en la reunión de esta mañana- se han llevado a cabo 107 auditorías energéticas en viviendas sociales, tuteladas o que reciben subvenciones municipales. Además se han impartido -desde enero a julio- cuatro talleres organizados por los Servicios Sociales Municipales y tres por Cáritas, en los que han participado más de un centenar de personas.
Modelo de innovación social
El Grupo de Trabajo del Plan contra la Pobreza Energética que se ha reunido esta mañana bajo la presidencia de la alcaldesa está compuesto por 15 miembros, entre los que se encuentran representantes de todos los grupos políticos de la Corporación, el presidente del Pleno y la concejal de Familia e Igualdad de Oportunidades. Asimismo están presentes responsables de las siguientes entidades sociales: Cáritas, Cocina Económica, Cruz Roja, Banco de Alimentos, Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social. Completan el equipo de trabajo técnicos de diversas áreas municipales.
“Este grupo es un ejemplo del modelo de innovación social que estamos implantando en el Ayuntamiento y que supone el abordaje de los problemas con medidas adoptadas entre la sociedad, técnicos y políticos; un modelo de abajo arriba que nos garantiza una mayor efectividad y un seguimiento más estrecho de la aplicación de las decisiones que ponermos en marcha desde la administración”.