Los cerealistas apuestan por las quemas controladas para evitar las malas hierbas
Más de 60 cerealistas han participado en la jornada organizada por la Unión de Agricultores
Agricultores de Rioja Media y Rioja Alta han mostrado mucho interés en la información expuesta por los diferentes expertos invitados por la UAGR. Todos han coincidido en un mensaje muchas veces no bien aceptado por los cerealistas: la mejor lucha contra los crecientes problemas para controlar las malas hierbas es diversificar: Productos, técnicas de laboreo y rotación de cultivos.
Según Alicia Cirujeda, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, CITA, de Zaragoza) este problema no solo es solo nacional, sino que sucede en todo el mundo: «En Australia incluso acoplan a la cosechadora un apero para triturar las semillas de las malas hierbas. En La Rioja todavía es un problema incipiente, todavía no hay altas densidades de malas hierbas, así que hay que es un buen momento para comenzar a trabajar contra este problema». En su criterio, y como se repetirá incesantemente durante la jornada, la solución es «no abusar de los herbicidas, cambiar sus materias activas, pero sobre todo cambiar las formas de cultivo, porque las malas hierbas aumentan si se mantienen siempre las mismas prácticas culturales».
Andreu Taberner, de la Universitat de Lleida, comenzó advirtiendo que «no hay receta que valga para todo, sino que hay que conocer la finca, el cultivo… Para controlar hierbas, tranquilidad, constancia y la hierba irá descendiendo». Su recomendación es clara, diversificar: «Si repito el mismo cultivo de cereal, genero resistencias. En cambio, si roto, puedo emplear varios tipos de herbicidas. Y si no se puede cambiar de cultivo, al menos barbechar. Y cuando un herbicida funcione, no repetir. Es obligado para diversificar». Taberner destacó una herramienta gratuita que puede utilizar el agricultor: «El cuaderno de campo es muy importante para analizar la evolución de las resistencias de los herbicidas. Para ello existe la columna de ‘Eficacia obtenida’, que no es fundamental para las ayudas, pero sí para el agricultor: Cuando baja la efectividad de un producto es el momento de cambiar de herbicida».
En último lugar ha intervenido Irache Garnica,del Instituto Navarro de Tecnología e Infraestructuras Agroalimentarias, INTIA. En su experiencia, también las rotaciones son la mejor herramienta: «Solo con herbicidas no vamos a ningún sitio. Les hemos dado toda la importancia, pero no hemos solucionado el problema. Hemos dejado otras alternativas en el camino.Además del correcto control químico, lo mejor a medio y largo plazo son las rotaciones. Sé que a los agricultores no les gusta escucharlo, pero… También es efectivo el laboreo de verano, una labor muy somera (cuanto más superficial, más efectiva, porque germinan las malas hierbas, y cuando se prepara la siembra te las cargas). Por otro lado, se tiende no solo al monocultivo, sino que además se utilizan muy pocas variedades. Y eso facilita también la existencia de plagas, por ejemplo la roya».
Durante el coloquio surgió la alternativa de las quemas controladas, cuestión que siguen reclamando los cerealistas. Irache Garnica explicó que en Navarra llevan dos años haciendo quemas puntuales, pero que quemas generales no van a permitirse. Solo determinadas parcelas se pueden quemar para eliminar bancos de semillas. Pero las quemas hay que hacerlas bien, dejando paja…». Leticia Olasolo, de los Servicios Técnicos de la UAGR, apuntó que mientras se seguirá solicitando que se puedan utilizar quemas puntuales controladas, hay que ir conociendo alternativas para poder ir mejorando las producciones agrarias, objetivo que el sindicato intenta cumplir con jornadas como la presente.