En marcha la campaña de vacunación de la gripe
La campaña, que este año se extenderá hasta el 16 de diciembre, alcanzó el año pasado una cobertura de vacunación del 65,5%, la más alta de España, y tiene por objetivo seguir mejorando la tasa de cobertura en los grupos de riesgo.
La Consejería de Salud pondrá en marcha el próximo lunes 24 de octubre la Campaña de Vacunación Antigripal 2016-2017 que concluirá el 16 de diciembre. Con un total de 65.000 dosis de vacuna adquiridas, el objetivo es reducir la incidencia de la gripe estacional y sus complicaciones en la salud de los riojanos, mediante la vacunación de los grupos de personas de riesgo.
La consejera de Salud, María Martín, junto con la directora general de Salud Pública y Consumo, Rosa López, ha presentado esta campaña y ha recordado que según los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sobre la pasada campaña, relativos al grupo de población de mayor riesgo (personas mayores de 65 años), La Rioja se sitúa en el primer puesto de las comunidades autónomas por cobertura de vacunación. En concreto, La Rioja alcanzó una cobertura de vacunación del 65,5% frente a la media nacional que fue del 56,1%.
Como en la campaña del año anterior, se va a aplicar una única vacuna para todos los colectivos. Salud va a utilizar la vacuna antigripal de virus fraccionados e inactivados.
Objetivos específicos
En esta ocasión, la Consejería de Salud se marca como objetivo reforzar la captación de las personas incluidas en el grupo de edad mayor o igual de 60 años y de profesionales sanitarios. En concreto, se buscará vacunar al menos al 65% de la población de más de 65 años; aumentar la cobertura de vacunación en la población entre 60 y 64 años respecto a la campaña anterior; mantener una cobertura vacunal de, al menos, el 90% en personas mayores de 60 años institucionalizadas (ingresados, residencias de ancianos, etc.); superar una cobertura del 30% en el grupo de profesionales sanitarios; y aumentar la cobertura vacunal en personas menores de 60 años que sufran alguna enfermedad crónica.
Para ello, la Consejería de Salud ha editado 60.000 folletos y 1.000 carteles dirigidos a población general, y otros 250 carteles para profesionales sanitarios que se distribuirán en los centros de salud y consultorios de todos los municipios de La Rioja; en las residencias de ancianos, centros de día, hospitales, servicios de prevención de riesgos laborales, centros docentes y farmacias de la comunidad autónoma.
Hay que destacar que también participan en esta campaña las consejerías de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Justicia; Educación, Formación y Empleo y al Colegio Oficial de Framacéuticos.
Población diana
La población diana a la que se dirige la campaña de vacunación antigripal 2016-2017 se divide en cuatro grupos:
Mayores de 60 años, especialmente aquellos institucionalizados o enfermos crónicos.
Enfermos crónicos: Menores de 60 años con alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe. Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada), neurológicas o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma. Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades metabólicas, incluida diabetes mellitus; obesidad mórbida; insuficiencia renal; hemoglobinopatías y anemias; asplenia; enfermedad hepática crónica; enfermedades neuromusculares graves; inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH, por fármacos o en los receptores de trasplantes); cáncer; implante coclear o en espera del mismo; síndrome de Down, demencias y otras. Personas que conviven en residencias, instituciones o en centros de enfermos crónicos de cualquier edad. Niños y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe. Y embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas con alto riesgo de presentar complicaciones, como los trabajadores de los centros sanitarios, especialmente si atienden a alguno de los grupos de alto riesgo. Personas que por su ocupación trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención de enfermos crónicos. Estudiantes en prácticas en centros sanitarios. Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o ancianos. Personas que conviven en el hogar, incluidos niños/as, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica especial (citados en el grupo 2).
También se recomienda la vacunación a personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos: (Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local; Bomberos; Servicios de protección civil; Personas que trabajan en los servicios de emergencias sanitarias; Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial; Docentes).
Sin embargo, María Martín ha recordado que hay otros grupos de personas que no deben vacunarse, como los alérgicos a algún componente de la vacuna o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación anterior de la gripe; menores de 6 meses; o aquellos que padecen una enfermedad aguda con fiebre alta, que deberán esperar hasta que esta situación remita.
Vacunación antineumocócica
Con el objetivo de optimizar los recursos asignados a la campaña de vacunación antigripal, la Consejería de Salud pretende mejorar la cobertura del programa de vacunación antineumocócica, vacunando de forma simultánea frente a las dos enfermedades (aunque la administración de la vacuna antineumocócica puede realizarse en cualquier época del año).
La población diana que debe recibir esta vacuna durante la campaña son las personas de 65 años no vacunados anteriormente.
Características de la gripe y prevención
La gripe es una enfermedad vírica aguda de las vías respiratorias, con un periodo de incubación de 48 horas. Su presentación más frecuente es el comienzo brusco, con dolores de cabeza, fiebre, escalofríos, dolores musculares, malestar general y síntomas de afectación respiratoria, como tos seca y dolor de garganta.
Su importancia deriva de su elevada capacidad de difusión, su alta morbilidad, su repercusión sobre la mortalidad y sus consecuencias económicas, tanto directas como indirectas. Las complicaciones se presentan en todas las edades, pero son más frecuentes en personas con patologías crónicas subyacentes o edad avanzada.
Los virus gripales muestran una elevada capacidad para cambiar. Cada año, la Organización Mundial de la Salud determina las cepas del virus que están en circulación y la composición de la vacuna que debe administrarse. De ahí la importancia de que la población de riesgo se vacune cada año.
En cuanto a la prevención, cabe destacar que la medida más eficaz es la vacunación, ya que gracias a la vacunación de los grupos de riesgo se pueden evitar un 50-60% de hospitalizaciones y el 80% de los fallecimientos derivados de las complicaciones de la gripe.
En cualquier caso, y dado que se transmite a través de las secreciones respiratorias al hablar, toser y al estornudar, también son eficaces medidas como lavarse las manos con frecuencia; taparse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser y desecharlo inmediatamente después; no compartir vasos, cubiertos, toallas y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva y secreciones.