La Reserva de la Biosfera de La Rioja trabajará en la eficiencia energética y la mejora del alumbrado exterior para mantener la calidad del cielo nocturno
El área protegida ha renovado con éxito su certificado como Destino Turístico Starlight y confía en seguir reduciendo la contaminación lumínica.
La Reserva de la Biosfera de los Valles de Leza, Jubera, Cidacos y Alhama ha superado el proceso de evaluación que revalida la condición de este territorio como Destino Turístico Starlight, después de constatar que durante los últimos cuatro años se han mantenido los niveles de calidad nocturna del cielo, reduciendo incluso la contaminación lumínica en la zona de Cornago y Enciso.
La renovación de este sello “es un logro compartido por los vecinos, los ayuntamientos, las empresas, los técnicos de Calidad Ambiental y también de todos los que nos visitan porque reconocen este compromiso con la protección del cielo”, ha destacado el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Iñigo Nagore, al recordar que la superficie declarada alcanza las 122.811 hectáreas y acoge a 40 municipios.
En este sentido, Íñigo Nagore ha precisado que en el control de las medidas de calidad del cielo se valoran parámetros como el brillo del fondo del cielo, la transparencia, la nitidez y la cobertura de nubes. “Cuando recibimos la certificación también se adquirió el compromiso de asumir las recomendaciones para mejorar aquellos puntos que podrían alterar esa buena calidad con el paso del tiempo”.
La Fundación Starlight ha reconocido el “excelente” informe de evaluación que ha presentado el Gobierno de La Rioja, y donde se recogen diversos aspectos como el efecto de los cambios de luminarias en la oscuridad del cielo, la vinculación del resto de los recursos culturales con la divulgación de la astronomía, el incremento de actividades astroturísticas desarrolladas en el territorio
Además, se ha tenido en cuenta el desarrollo adecuado de infraestructuras y la puesta en marcha medios necesarios para la observación del cielo que impulse el astroturismo, la formación de guías especializados o la concreción de programas educativos en la zona sobre astronomía y valores asociados al cielo nocturno.
Con el objetivo de mantener y mejorar los niveles de oscuridad, la Consejería ha elaborado un Plan de Acción del Producto Turístico de Observación del Cielo que se desarrollará hasta 2020, y que contiene cinco líneas de trabajo centradas en garantizar la protección del cielo, concienciar a la población, integrar el cielo estrellado en la oferta turística, promover ‘el silencio’ para ser reconocida como Reserva de Sonido de origen natural, y la evaluación periódico de la contaminación lumínica
Por otro lado, y de forma paralela, con la renovación del reconocimiento como Reserva de la Biosfera se activó el Plan de Acción 2014-2023 que contemplaba dentro de la línea de trabajo de conservación de la biodiversidad el mantenimiento de la calidad del cielo nocturno, con la inclusión de dos proyectos: uno para la mejora del alumbrado exterior y otro relacionado con el aumento de la eficiencia energética. En el apartado de gobernanza se incorporó también la elaboración de un borrador de ordenanza para disminuir la contaminación lumínica para los municipios de la Reserva.
Medidas de la calidad del cielo nocturno
A lo largo de los últimos años, y con la colaboración de la Universidad de La Rioja, se han realizado mediciones periódicas de la calidad del cielo nocturno para verificar que no estuviera empeorando como consecuencia de los posibles cambios de luminarias llevados a cabo no sólo en la Reserva sino en su área de influencia.
En relación con los citados cambios de luminarias llevados a cabo en el territorio, en el área declarada Reserva de la Biosfera hay que reseñar que se han realizado cambios de sistemas de iluminación exterior en tres municipios. También se ha elaborado un estudio de optimización de tarifas eléctricas en los núcleos urbanos que integran este espacio.
Desde el año 2012, cuando se obtuvo la certificación como Destino Turístico Starlight, la Reserva ha sufrido una modificación de pequeña entidad en sus límites geográficos con la incorporación de los núcleos de población del municipio de Ocón (Los Molinos, Las Ruedas, Aldealobos, Oteruelo y Pipaona), de la inclusión de la aldea despoblada de Carbonera, en Bergasa; y de la totalidad del núcleo urbano de Clavijo.