Puerta grande para Diego Urdiales en Alfaro
A siete días de la primera de sus actuaciones en la Semana Grande de Bilbao, el diestro riojano ha cortado tres orejas en la plaza de toros de Alfaro. Con tres cuartos de entrada y tarde calurosa, la ciudad riojabajeña celebraba un festejo taurino mayor en honor a San Roque.
Diego Urdiales ha firmado, de lejos, los mejores naturales de la tarde en el toro que ha hecho segundo, al que le ha corregido el molesto calamocheo con el que ha llegado al tercio final. Barbilla encajada, riñones apretados y la suavidad en la muleta de aquel que entiende el toreo como si fuera una caricia. El fallo con la espada, que le ha hecho guardia, le ha privado al diestro de, por lo menos, un trofeo.
En el segundo de su lote, quinto de la tarde, Urdiales ha puesto todo cuanto le faltaba al astado. Ha adelantado el engaño y rematado atrás a un ejemplar que apenas tenía transmisión y que se ha desplazado sin clase alguna. La tizona ha entrado hasta los gavilanes y del palco han asomado los dos pañuelos blancos que convertían al diestro en el gran triunfador de la tarde.
Se han lidiado toros de Alcurrucén, para Juan José Padilla, silencio y oreja; Diego Urdiales, silencio tras dos avisos y dos orejas; y José Garrido, oreja y silencio tras aviso.
Por Isabel Virumbrales