ATRADIS dice que con el desvío de camiones de N-232 a AP-68 «soportará sobrecoste» pero «asumen mejorar seguridad vial»
ATRADIS ha realizado este mes de noviembre un informe sobre el impacto que tendrá a partir del 1 de diciembre en el transporte de mercancías de La Rioja la obligación de circular por la autopista AP 68, con la finalidad de mejorar la seguridad vial de las carreteras.
Antes que nada, el sector ha aclarado, a través de un comunicado, que «rechaza completamente la imposición de que los vehículos de mercancías tengan que circular de forma obligatoria por la autopista».
El análisis de ATRADIS se ha realizado con un vehículo cargado con 24 toneladas en el recorrido Tudela-Zambrana por la N-232 y por la AP 68, teniendo como origen y destino Logroño. Se han tenido en cuenta aspectos relacionados con la seguridad vial, el coste económico, la actividad profesional, el impacto medioambiental u otras consecuencias que se derivan de esta obligación.
SEGURIDAD VIAL
En relación con la seguridad vial, ATRADIS señala que su mejora es la única causa de la medida establecida y que esta «es muy efectiva», poniendo como ejemplo el caso de la provincia de Girona, en la que la Administración pública asegura que el número de accidentes ha bajado un 75 por ciento. ATRADIS aclara que con el tiempo se podrá este análisis.
Por tanto, el sector «asume su compromiso en la mejora de la seguridad vial».
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
El informe considera que los vehículos en tránsito que no realizan operaciones de carga y descarga «no salen especialmente perjudicados económicamente», ya que en este caso el sobrecoste de la autopista puede quedar bastante atenuado por el ahorro de combustible, frenos y desgaste general.
No sucede lo mismo con el transporte que tiene su sede en La Rioja y realiza operaciones de carga y descarga en nuestra Comunidad, que es la mayoría del transporte riojano. En este caso, el número de kilómetros recorridos dependerá de las distancias entre los puntos de carga y descarga. El tramo Tudela – Zambrana tiene una distancia similar por la nacional o por la autopista.
En cualquier caso, el recorrido nunca será inferior por la autopista, ya que se tendrán que recorrer más kilómetros para llegar a los accesos a la AP 68. La utilización de la autopista supone un ahorro de costes y consumo en gasóleo, frenos y desgaste general, pero este ahorro no cubre el sobrecoste que, en el caso del tráfico interior, tienen que soportar los transportistas por el uso de la autopista y los desplazamientos adicionales para acceder a ella.
CORTAPISA PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL
La nueva obligatoriedad que entra en vigor el 1 de diciembre, según ATRADIS Rioja es «otra cortapisa para el desarrollo de la actividad profesional del transporte por carretera». En este sentido, la medida no puede considerarse positiva, debido a que la total libertad que imperaba hasta ahora a la hora de organizar y programar el trabajo queda limitada.
Desde el punto de vista medioambiental la medida es «muy positiva». La utilización de la autopista supone una reducción diaria de 25 Tn en vertidos de CO2 (calculando 2.000 camiones diarios por la N-232). Se reducirá de forma muy significativa la contaminación atmosférica, lo que contribuirá a la conservación del medioambiente.
El estudio de ATRADIS advierte que las empresas ubicadas en la N-232 que dan servicio a la actividad del transporte «sufrirán un grave perjuicio económico».
En conclusión, ATRADIS asegura que la medida tiene aspectos positivos para la sociedad, pero supone un nuevo sobre coste económico para un sector «muy tocado por la grave crisis que hemos vivido y la competencia desleal de las empresas deslocalizadas en los antiguos países del Este», confiando en no ser los únicos en pagar «esta factura.