Salud estima una intensidad leve para los alérgicos riojanos a lo largo de esta primavera
María Martín y Teófilo Lobera han informado sobre la previsión de la temporada de alergias en La Rioja para este año.
La consejera de Salud, María Martín, y el jefe de la Sección de Alergología, Teófilo Lobera, han informado en el Centro de Alta Resolución San Millán (CARPA), de la previsión de la temporada de alergias para 2018 en La Rioja, de acuerdo a las estimaciones emitidas por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEACI).
En concreto, han explicado que esta temporada se espera una intensidad leve en La Rioja, con niveles que irán desde los 876 granos por metro cúbico de aire hasta los 2.700. Atendiendo al número de gramíneas recogido, se clasifica una primavera como muy leve, con menos de 1.000 granos/m3; leve, con menos de 4.000 granos/m3; moderada, con entre 4.000-6.000 granos/m3; o intensa, con más de 6.000 granos/m3.
Además, las bajas temperaturas del invierno, con una media nacional en febrero de 6,9ºC, favorecen el enraizamiento de las gramíneas silvestres y cereales. Asimismo, aunque el otoño ha sido muy seco, el invierno ha sido muy húmedo con precipitaciones intensas originadas por las borrascas Emma, Félix y Gisele. En el último mes las lluvias se han multiplicado por cinco para lo habitual en esta época.
A esto le sumamos que el cambio climático está alterando los ciclos de polinización de las plantas, de tal forma que se adelanta el inicio y se retrasa el final de su período de floración, con lo que se amplía la duración del período de polinización y, por lo tanto, hay una mayor exposición de la población a los pólenes. Además, con la contaminación se genera una mayor cantidad de polen, aumenta su agresividad y se incrementa el tiempo de exposición al mismo.
La Rioja cuenta con una estación colectora, controlada por los profesionales de la sección de Alergología, quienes se ocupan de tomar muestras, del mantenimiento del equipo captador de pólenes y de la lectura de los mismos. Se realizan las lecturas de los pólenes captados todos los días del año y los resultados quedan reflejados en la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que facilita información detallada de todas las zonas donde la alergia a pólenes es relevante.
Alergia a pólenes
En La Rioja, la alergia a pólenes es la más importante, de hecho, la Unidad de Alergología realiza un control de inmunoterapia a 477 pacientes, un 57% alérgicos a pólenes, y la mayoría de ellos acuden para un control de pautas rápidas; inmunoterapia con venenos de himenópteros (abejas, avispa, etc.) o inmunoterapias que han presentado algún tipo de intolerancia en los controles que ha llevado a cabo su médico de familia.
Los problemas respiratorios de rinitis y/o conjuntivitis y/o asma bronquial ocasionan el 40% de primeras consultas de pacientes que acuden a Alergología, de los que en el 80% de los casos se confirma el diagnóstico de alergia.
En cuanto al grupo de pólenes más importante es el de las gramíneas, que afecta a más del 80% de pacientes alérgicos a pólenes, y que les ocasiona sintomatología entre los meses de mayo a julio, que son las fechas de polinización de este grupo de plantas en La Rioja. Los síntomas son: estornudos, picor de ojos y nariz, lagrimeo intenso y exceso de mucosidad acuosa. Los síntomas habituales pueden venir acompañados de problemas bronquiales, ahogo, ruidos y pitos en el pecho, que vienen a marcar la gravedad del proceso y cuadros de asma más intensos.
La intensidad y duración de síntomas, así como la respuesta al tratamiento farmacológico, suele llevar a instaurar una inmunoterapia específica o vacuna alergénica para controlar el proceso. Se trata del único tratamiento que puede interferir con la evolución natural de la enfermedad. Habitualmente se administra de 3 a 5 años de forma ininterrumpida y precisa la realización de controles periódicos por parte del alergólogo y un control estricto de cada dosis.
Recomendaciones
Las recomendaciones más habituales piden reducir la exposición a pólenes: evitar actividades al aire libre hasta el anochecer; dormir con ventanas cerradas; limitar la ventilación de la casa (en la temporada de floración) al anochecer; utilizar gafas de sol; viajar con las ventanillas cerradas del coche y, preferiblemente, llevar filtro de polen. Además, puesto que en la temporada de polinización, el polvo de casa puede contener muestras de pólenes en concentraciones significativas, se aconseja utilizar el aspirador con frecuencia diaria, incluso hasta dos veces al día en el dormitorio.
Ante cualquier duda, Salud recomienda acudir al médico de familia que si lo considera necesario, derivará al paciente para que los alergólogos lo valoren puesto que es imprescindible un diagnóstico y tratamiento específico precoz. La inmunoterapia o vacunación antialérgica es una herramienta terapéutica de primer orden en el manejo de los pacientes alérgicos que actúa en dos niveles, por un lado reduce la intensidad de la sintomatología y, además, impide que se produjeran nuevas sensilizaciones.
Prima…que??