Todas las denuncias guardaban un mismo “patrón” o “modus operandi”, consistente en la fractura del bloqueo de seguridad, arrancando posteriormente la carcasa de protección del cableado eléctrico, para realizar el conocido “puente” y poner en marcha el vehículo. La mayoría de los ciclomotores eran sustraídos estacionados en las cercanías del río Ebro, con la única intención de ser utilizados durante un breve espacio de tiempo. Se ha procedido a la detención de un grupo compuesto por cinco jóvenes, cuatro hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 15 y 18 años de edad. Destacar que han podido ser recuperados, casi en su totalidad, todos los ciclomotores a los pocos días de su sustracción.