Servicios Sociales incumple el auto que le obliga a equipar a todos sus trabajadores con protección “suficiente y continuada”
CSIF denuncia que, transcurrido el plazo de 72 horas establecido por el Juzgado, los trabajadores de las residencias de mayores tienen que seguir entrando con “bolsas de basura” como protección frente al coronavirus en habitaciones de residentes positivos. Este sindicato pondrá en conocimiento de la jueza que dictó el auto esta situación que contrasta con el envío de material a otras comunidades efectuado por el Gobierno de La Rioja, en un gesto de solidaridad que no tiene con sus propios trabajadores
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la Consejería de Servicios Sociales y la Ciudadanía de La Rioja ha incumplido el plazo de 72 horas que le dio el Juzgado para que dotase a sus trabajadores de los equipos de protección necesarios frente la coronavirus y, este mismo lunes, los trabajadores de muchas residencias de personas mayores y otros centros dependientes de esta Consejería siguen teniendo que entrar en las habitaciones con residentes positivos por COVID-19, protegiéndose con bolsas de basura.
En concreto, fue el Juzgado de lo Social Nº1 de Logroño, quien el pasado 2 de abril dictó un Auto de medidas cautelarísimas por el que requería a la la Consejería de Servicios Sociales y a la Ciudadanía de La Rioja para que dotase a todo el personal a su servicio en todos los centros asistenciales y cualesquiera otras dependencias habilitadas para uso sanitario o asistencial de la Consejería, en cantidad suficiente y de forma continuada, de batas impermeables, mascarillas FPP2 y FPP3, gafas y pantallas de protección y contenedores grandes de residuos.
Es evidente que el Gobierno de La Rioja no tenía ninguna intención de cumplir con este mandato al afirmar, a preguntas de los medios de comunicación sobre el asunto, que iban a recurrir este y otros dos autos más dictados tanto por el Juzgado de lo Social número uno como del número dos de Logroño a instancias de CSIF para proveer de material de protección a los trabajadores del SERIS y de los pisos tutelados.
En este sentido, la Consejería ha desoído a la jueza que recordó la obligación legal de la administración empleadora de proteger a sus trabajadores y que la misma implica también la obligación de dotarles de los medios preventivos necesarios para que realicen su trabajo en las mínimas condiciones de seguridad.
Durante todo el fin de semana y este mismo lunes, a pesar del gran número de contagios y personas fallecidas en las residencias de mayores de nuestra comunidad, los trabajadores de estos centros han comenzado la semana teniendo que protegerse como hasta ahora con bolsas de basura, para intentar evitar contagiarse, cuando entran en las habitaciones de positivos, y también no contagiar a otros residentes que de momento no presentan síntomas.
Esta situación contrasta con las declaraciones de la presidenta de La Rioja, cuando este mismo fin de semana “presumía” de solidaridad con otras comunidades al enviar miles de batas confeccionadas en Arnedo y Ezcaray.
Si hace unos días, ante la escasez de equipos de protección de nuestros trabajadores y el poco material del que se disponía en las residencias de mayores, CSIF se preguntaba dónde estaban las 7.000 batas que se fabricaban en Arnedo diariamente y que entregaba al Gobierno regional, ahora conocemos su destino.
Este sindicato se congratula de la solidaridad de la señora Andreu, pero no a costa de la salud y la falta de protección de los trabajadores riojanos que lo están pasando realmente mal por esta falta de equipos de protección y EPIs adecuados.
Son muchos los centros que dependen de la Consejería de Servicios Sociales y a la Ciudadanía de La Rioja, como las residencias de personas mayores o con deficiencias físicas o psíquicas, en los que ahora mismo sus trabajadores están trabajando de forma precaria y con un gran peligro de contagio para ellos y las personas a las que atienden.
En el centro CAPDP Santa Lucía de Fuenmayor, donde los residentes por sus especiales características requieren de un contacto físico muy estrecho, los profesionales que les atienden requieren equipos adecuados y en mayor cantidad para su protección debido a su situación tan compleja.
Los contagios entre el personal y residentes en estos centros es alarmante. El numero de bajas es tremendo y la Consejería tiene grandes problemas para sustituir al personal que va cayendo, por lo que los que quedan están extenuados.
CSIF, que ya no confía en la responsabilidad de los gobernantes, seguirá su batalla legal y denunciará estos incumplimientos ante la jueza que dictó el auto o las instancias que correspondan. Por otra parte, este sindicato no escatimará ningún esfuerzo hasta conseguir dotar de la máxima seguridad y los equipos necesarios para que nuestros profesionales puedan realizar su trabajo y la peligrosa labor que se les ha encomendado con un mínimo de garantías para su salud, como establece la ley. Y que su generoso esfuerzo sea compensado, no solo con aplausos, sino como se merecen.