El tráfico de vehículos de tracción mecánica se reduce en Logroño un 63% ante las restricciones impuestas en el actual el estado de alarma
El tráfico de vehículos de tracción mecánica se ha reducido en Logroño en las últimas semanas en torno a un 63% debido a las medidas adoptadas en el actual estado de alarma puesto en marcha para hacer frente a la evolución del Covid-19. Este dato se asemeja al experimentado en las grandes ciudades del país, que se encuentran en torno al 67%, según datos facilitados recientemente por la Dirección General de Tráfico (DGT).
El estado de alarma limita los desplazamientos y, por lo tanto, el uso del vehículo privado salvo en situaciones muy concretas, como la adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios; los desplazamientos al trabajo, siempre y cuando esta labor presencial esté justificada; la asistencia y cuidado de personas mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; el desplazamiento a entidades financieras y de seguros; y en situaciones de extrema necesidad o causa de fuerza mayor.
Cabe destacar que, aunque con una menor frecuencia, el servicio de transporte urbano municipal sigue funcionando, así como el de taxis u otros medios de transporte público, como las líneas de autobús públicas metropolitanas e interurbanas del Gobierno de La Rioja o las privadas que realizan servicios dentro y fuera de nuestra comunidad autónoma y en los que Logroño figura como una de las principales paradas.
En este marco, la bicicleta se presenta como un medio de transporte muy interesante, pues no solo se contribuye a mantener bajos los índices de contaminación y ruido logrados en los últimos días, sino que permite ceder el transporte público a quien más lo necesita (por ejemplo, gente de la tercera edad o con problemas de movilidad) y se mejora el estado físico y emocional.
Los niveles de contaminación continúan descendiendo
Gracias a las restricciones impuestas al tráfico de vehículos de tracción mecánica en las últimas semanas, Logroño también ha visto reducidos sus niveles de contaminación ambiental por óxidos de nitrógeno, que ya en la primera semana de confinamiento se habían reducido en un 25% y que, actualmente, lo han hecho en más de un 50%.