Los hechos se detectaron durante la realización de un control rutinario para la vigilancia del cumplimiento de las medidas sanitarias de confinamiento, cuando los agentes locales interceptaron un vehículo que circulaba por el Camino Viejo de Oyón y observaron unos extraños bultos entre la fila de asientos traseros y la zona de maletero del vehículo todo terreno.

El conductor del vehículo aseguró a los agentes que se dirigía a un huerto cercano y que transportaba elementos propios para el trabajo de la tierra, pero al comprobar con más detenimiento el interior del vehículo los agentes descubrieron que, en realidad, lo que portaba era a una persona oculta bajo ropa y otros enseres; se trataba de la esposa del conductor. Ambas personas fueron denunciadas por incumplir las normas de confinamiento.