Las enfermeras de La Rioja piden responsabilidad personal ante la nueva alta incidencia de la COVID-19 y sugieren que nos cuidemos para poder cuidar
“El Colegio de enfermeras de La Rioja desea recordar a la sociedad riojana que estamos en plena quinta ola. Somos conscientes, atendiendo al refranero popular, que las personas tropezamos dos veces en la misma piedra, pero con referencia a la pandemia de la COVID-19, estamos ya en pleno tropiezo por quinta vez, lo que por un lado nos debe hacer reflexionar a todos, y unido a ello, debemos entender que esto no lo puede seguir permitiendo un sistema sanitario actual que vuelve a estar más que saturado. Por ello las enfermeras riojanas pedimos algo tan sencillo como hacer uso de la responsabilidad personal, que se basa, principalmente, en cumplir todo aquello que hemos venido aprendiendo y que ha venido siendo efectivo tras 16 meses de enfrentarnos al coronavirus, aunque a veces nos sintamos confundidos por las decisiones que van tomando los políticos. A finales de este mes de julio, la situación sanitaria vuelve a ponerse realmente complicada para el sistema sanitario si atendemos a los datos que día a día nos va ofreciendo la Consejería de Salud con una incidencia de la COVID-19 de manera especial entre la población más joven, todavía no vacunada, lo que está generando una honda preocupación a las enfermeras que recuerdan que la pandemia sigue viva, que circulan variantes del coronavirus mucho más contagiosas que las anteriores y que no debemos bajar la guardia en ningún momento. Sabemos, porque lo hemos aprendido de memoria, las medidas higiénicas del uso de mascarillas en exteriores si no hay una distancia de 1 metro y medio entre personas, y su uso en todas las circunstancias en interiores; higiene de manos; no compartir bebidas o tabaco; manteniendo la distancia de seguridad, especialmente en espacios cerrados… pero que con relativa facilidad, nos olvidamos.
A pesar de que los cifras van en aumento, no van acompañadas de la gravedad de otras fases de alta mortalidad causada por esta infección -no obstante debemos recordar que desde que comenzó la pandemia en esta Comunidad han muerto ya 779 personas, la última hace apenas tres días- lo que nos debe hacer reflexionar a todos que el aumento de los casos en esta época estival podría dar lugar a una saturación de los centros de Atención Primaria. En este sector de la Sanidad existe un déficit estructural de enfermeras, con una carencia de profesionales para poder prestar una atención adecuada a la población. Sin embargo, si a esto se le añade las vacaciones de verano, de unas enfermeras exhaustas y que lo han dado todo durante la pandemia, la falta de enfermeras se agudiza, lo que puede dificultar el abordaje de una hipotética nueva avalancha de casos, que los datos, desgraciadamente, apuntan a ello.
Para las enfermeras riojanas ser responsable es tener la mirada fija puesta en el coronavirus y tratar, desde la perspectiva de cada uno, cumplir las normativas que nos van marcando los expertos. Por eso no es fácilmente comprensible que en el puente de San Bernabé se quedaran sin vacunar 4.000 personas en esta Comunidad, porque valoraran que era más importante salir de vacaciones que ponerse la vacuna, lo que no hace más que dar al virus la posibilidad de que entre en nuestro cuerpo. Y esta actitud se puede repetir en lo que para algunos serán sus semanas de vacaciones, pero si no estamos vacunados, para algunos se convertirán en viajes a ninguna parte si al final somos atacados por el virus. Incluso más, debemos ser conscientes de que la vacuna no es infalible y tanto la inmunidad como el contagio ni siquiera se consiguen aunque nos hayan puesto las dos dosis de la vacuna, por lo que debemos tener siempre muy presente aquello que hemos venido aprendiendo y que debemos seguir a rajatabla.
Además, debemos recordar con quienes hemos estado porque eso facilitará mucho el rastreo de personas. En el momento que salta la alarma y damos positivo de la COVID-19, debemos aportar a los rastreadores nuestros contactos, lo que supone que previamente debemos recordarlos o incluso tenerlos apuntados. Por cierto un servicio que está funcionando a la perfección en esta Comunidad.
Por todo ello, las enfermeras riojanas hacen un llamamiento al civismo, la responsabilidad y la solidaridad tanto en las conductas relacionadas con las medidas de protección e higiene como en lo relativo a la posibilidad de inmunizarse. En el primer caso, preocupan las concentraciones -aunque sean en un parque, en la calle o en una terraza- de personas no convivientes sin respetar la elemental distancia de seguridad y sin mascarilla. Y respecto a las vacunas, a menudo surgen bulos, miedos o informaciones sesgadas que pueden desanimar a muchas personas a acudir a su centro de vacunación. La combinación de ambos escenarios podría retrasar la salida de nuestro país de la mayor emergencia sanitaria en décadas. Sin olvidar que en La Rioja seguimos, ahora mismo, en el estado 2 del famoso semáforo del Gobierno”.
Que se lo digan a la presidenta que dice que esta todo bien baya sinverguenza
Monse Suarez Suarez porque insultas?