OPINIÓN: «Cuando crees obligado dejarlo por dignidad»
«Cada vez es menos frecuente encontrarte con decisiones talladas en el mantenimiento de los valores, en la dignidad, en la solidaridad y no en el ego personal, el poder o el “postureo”. A buen seguro, el patrimonio en esa materia que debe dotarte la edad hace más significativo y responsable este obrar, como única fórmula (seguro les importará poco a los factores) para denunciar decisiones interesadas, faltas de ética, irreconciliables con un obligado reconocimiento a lo hecho, con intencionalidad (Equipo Rectoral de la Universidad de La Rioja) y/o desidia (Servicio Riojano de Salud) en las partes que han promovido la destitución del director y la jefa de estudios de la Escuela de Enfermería de Logroño (el próximo 17 de septiembre deben incorporarse a sus centros de salud…), como colofón a un proceso de integración de este Centro en la Universidad de La Rioja, y junto a otra compañera que lleva décadas impartiendo formación a tiempo completo en esta fragua de futuros profesionales del Cuidado que tanta honra ha sumado para nuestra Región y nuestra Universidad.
Anticipándome a una posible justificación de esas aludidas partes, después de tres décadas de servicios prestados en esa misión, les ofrecen la posibilidad de “integrarse” en la Universidad, ofertando contratos insensibles (sin perfil profesional), temporales y casi mileuristas, con la intención de que tengan obligatoriamente que decir que no. No encuentro argumento para obrar de esa manera sino la villanía o el interés o ambas cosas sumadas. Seremos testigos muy pronto del rumbo y el relevo en esas riendas de esta veterana y querida Escuela. Lamento, por la pérdida de estos activos docentes, la debilidad que estas decisiones van a imprimir en la formación de las futuras enfermeras.
Pero permítanme, tras de esta triste antesala, compartir con ustedes, como acto de dignidad, después de treinta y tres años como profesor de Enfermería Geriátrica en esta misma Escuela, anunciarles que a pesar de haberme concedido la Universidad de La Rioja una plaza de profesor asociado en concurso público de méritos para continuar, no seguiré con esa responsabilidad. Mi vocación está ahora en rebeldía, mis ganas de enseñar, el recuerdo de millares de alumnos con los que he tenido el placer en este tiempo de adentrarnos en el arte y la ciencia del cuidado de los más mayores de nuestra sociedad, finaliza por dignidad. A buen seguro no ocupará más tinta que la empleada en estas líneas, pero si espero sea un manifiesto imborrable dirigido a los injustos y malintencionados actores de esta purga.
Mis mejores deseos de éxito a los que tomen el testigo, en la dirección (honestidad prima) y en esta asignatura (deseo de enseñar) y a las siguientes generaciones de profesionales de esta hermosa disciplina con el sello de la Escuela-Facultad de Logroño».
Dr. J. Javier Soldevilla Ágreda, enfermero profesor de Enfermería Geriátrica, Escuela Universitaria de Enfermería de Logroño