Los primeros pasos de la Escuela de Enfermería, adscrita a la Universidad de La Rioja, «son fruto de la improvisación»
Para la presidenta del Colegio de enfermeras de La Rioja, todo el proceso universitario de la incorporación a la Universidad de la Escuela de Enfermería no solamente ha sido largo en el tiempo, sino que improvisado en su finalización. Por ello recuerda que “todo comenzó en 2014, interviniendo siempre el Gobierno de La Rioja -en un principio la Consejería de Educación, en el último proceso la Consejería de Desarrollo Autonómico- junto a la Consejería de Salud y por supuesto los representantes de la propia Universidad de La Rioja (UR)”. Y recuerda sus principales momentos: “en 2014 se clarifica una declaración de intenciones, pero no se hace mucho más. Del 2014 al 2016 no se hace gran cosa. En el curso 2018-2019 la UR empieza a asumir la docencia, por lo que se inicia la integración efectiva, que se culmina en 2021. No obstante, la integración estaba firmada para que se produjera en el 2020, pero la verdad es que había mucho por hacer, por pensar e incluso por repensar y no era posible realizarla en el curso pasado. Al final se ha producido en el curso 2021-2022 pero con docencia integrada, flecos de la propiedad del edificio, gastos que se deben destinar a unas instituciones u otras…”. De hecho, Elisa Elías no puede por menos que indicar que “después de siete años al final nos hemos encontrado con una incorporación de la Escuela de Enfermería a la Universidad que es fruto de la improvisación, es decir estamos en el peor de los escenarios. Y además a ¿qué departamento nos han incorporado? Por mucho que hemos luchado por ser un referente e incluso llamarla Facultad de Enfermería estamos en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, porque piensan que nuestra profesión es muy parecida a la de los trabajadores sociales. No entendemos nada”.
Junto a ello la presidenta de las enfermeras riojanas recuerda que “en el proceso de adscripción a la UR se hablaba del personal, aunque siempre lo dejaban para la parte final del proceso, al mismo tiempo que les indicaban a los interesados que no habría problemas. Menos mal, porque en el proceso de integración nos enteramos de que las 3 personas que llevaban las riendas de la Escuela de Enfermería fueron, de hoy para mañana, despedidas -por cierto con toda su incredulidad porque nunca se hubieran imaginado esta decisión- y junto a ello el caso especial del doctor Javier Soldevilla, que tras conseguir su plaza como docente, presentó libremente la dimisión de impartir su docencia ante, lo que calificó el interesado, como un «acto de dignidad» tras los cambios directivos. Pero el rector minusvaloró esta decisión indicando que este tipo de dimisiones eran algo “muy normal” en la Universidad. Es decir, perder experiencia, investigación y docencia es algo normal. Empobrecer de talento a nuestra Universidad es normal. Mal vamos”. En fin, un desastre tras otro en los inicios de esta Escuela que ya está integrada en la UR, “a lo que añadimos que hemos recibido informaciones de que incluso se está multiplicando el gasto por la incorporación de muchas personas sin sentido. Imaginamos que la consejera de Salud, aunque se haya librado de esta Escuela, le seguirán llegando algunas informaciones y no estará nada contenta con el inicio del curso en la Escuela de Enfermería en la UR”.
De hecho, a la presidenta del Colegio de enfermeras de La Rioja le han llegado denuncias de que “las plazas de Asociado como persona docente de la Escuela, que no son plazas de Asociado -matiz importante en la Universidad- aunque indican taxativamente en la convocatoria realizada que están pensadas para la práctica enfermera y complementariamente puedes dirigir trabajos integrados, que no se están cumpliendo.
Por ello el Colegio de enfermeras de La Rioja, con referencia al proceso de selección de profesores y adjuntos que impartirán el Grado de Enfermería, mandó al rector de la Universidad un escrito para que rectificaran porque en las listas de espera de profesor asociado en Enfermería se habían incluido a candidatos no enfermeros a pesar de que los requisitos de su plaza principal requieren esta cualificación. Se ha ratificado personalmente esta denuncia para que se corrijan las listas de espera de profesores asociados enfermeros, excluyendo a los profesionales no enfermeros, por ser además de ilegal, un elemento de inducción al delito de intrusismo profesional regulado en el art. 403.1 del Código Penal. En estas listas han incluido a biólogos, médicos o anestesistas, lo que es contrario a las exigencias pedidas en la convocatoria. Ante la cerrazón de los actuales representantes de la UR, el Colegio de enfermeras les llevará a los tribunales por vulnerar su propia convocatoria. Es increíble la falta de empatía con esta profesión en los primeros momentos en que estamos ya adscritos a la Universidad de La Rioja, cuando la Escuela de Enfermería solo les debería dar prestigio”.
Son grandes los esfuerzos hechos desde el Colegio, incluida la reunión con la vicerrectora de la UR, muy empeñada en que sean médicos y biólogos quienes den prácticas de Enfermería y supervisen Trabajos Fin de Grado a los alumnos que serán enfermeros. Lo dicho, la improvisación sigue campando en este inicio de curso.
“Cuando hablamos de improvisación -afirma Elisa Elías- nos referimos también a cómo ha sido el desmontaje que han hecho de la antigua Escuela, con prácticas reprochables o cambiar los términos de la convocatoria, una vez presentados los méritos (grado/diplomado), una diferencia al fin y al cabo de edad a la hora de acceder a esas plazas. Cualquiera es ya un privilegiado para dar clase en esta Universidad aunque haya terminado su Grado en el mes de mayo de 2021, cuando hay diplomados con equivalencia MECES-2 de Grado y 20 años de experiencia en la docencia que no pueden acceder a esa docencia de calidad e investigación de las que se está presumiendo. Otro aspecto más que no podemos dejar de mencionar es la notificación referida en nuestro Colegio del nivel tan elevado de insatisfacción en estos momentos, por parte de los propios alumnos de la Escuela de Enfermería”.