El cambio de sistema de reparto de los fondos europeos para luchar contra la pobreza alimentaria dejará fuera al Banco de Alimentos
El Programa FSE+ de Asistencia Material Básica que sustituye a partir de 2024 al programa FEAD (Fondo de Ayuda Europea para los más desfavorecidos) introduce una serie de modificaciones que afectan directamente a los Bancos de Alimentos, a las entidades que distribuyen alimentos entre colectivos desfavorecidos y a las personas que acuden a dichas entidades.
Las diferencias entre ambos programas son las siguientes: se pasa de un programa nacional (FEAD) a otro gestionado por las Comunidades Autónomas (FSE+); se pasa de un Programa que entregaba alimentos de forma directa (FEAD) a otro mediante tarjetas monedero y además deja de ser un programa dirigido a toda la población en situación de pobreza para dirigirse a familias con hijos menores y con ingresos inferiores al 40 % de la renta media, dejando desprotegido a miles de personas que no encajan en este segmento.
Además, el retraso en la puesta en marcha de este sistema, ha obligado al Gobierno a aprobar un real decreto por el que el Ministerio de Derechos Sociales se hace cargo de la gestión entre mayo y diciembre, para evitar el desabastecimiento, entregando la gestión a Cruz Roja Española y dejando al margen a los Bancos de Alimentos. Esta drástica eliminación, pone en riesgo la labor de nuestro Banco de Alimentos y por lo tanto puede afectar a cientos de personas que se benefician de ello.
El presidente del Banco de Alimentos de La Rioja, José Manuel Pascual Salcedo, incide que “nuestro Banco de Alimentos, hasta ahora responsable junto a Cruz Roja de la entrega de estos alimentos, anticipa que la reforma dejará a muchas personas usuarias desatendidas. Solo serán beneficiarios de las tarjetas, aproximadamente, un 16,5 % de las familias”. Por lo que calculamos que “este nuevo sistema, todavía no probado, dejará desprotegidas en nuestra Comunidad a muchas familias que no cumplen con los criterios que determina la ley y a los que siguen acudiendo a un centro de distribución de alimentos, personas sin hogar, con ingresos bajos, inmigrantes sin documentación…”.
El apoyo de la sociedad civil será más necesario que nunca, teniendo en cuenta que este programa suponía en torno al 25 % de los kilos anuales repartidos y que celebramos en noviembre del 2023 una Gran Recogida con un descenso de alimentos del 20 % sobre el año anterior, que tampoco fue especialmente buena”.