El pleno del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado el proyecto de ordenanzas fiscales, tasas y precios públicos para el año 2020, cuyos objetivos son, por un lado, mejorar los servicios para que reviertan en un incremento de la calidad de vida de la ciudadanía y, por otro, modernizar por fin la Administración local.

Uno de los propósitos es conseguir en el medio plazo reducir tanto la deuda como el periodo medio de pago del Ayuntamiento. “La presión fiscal de Logroño es muy moderada en relación a la media de las ciudades españolas. La subida que se propone es una subida moderada, justa y progresiva para hacer cosas que no se han hecho”, ha afirmado el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza.

La concejala de Economía y Hacienda ha explicado “cuando comenzamos el mandato nos encontramos con un elevado número de facturas pendientes de pago; retrasar los pagos nos resta capacidad de negociación y consideramos prioritario reducir el periodo medio de pago del Ayuntamiento de Logroño a sus proveedores. Y, por otro lado, es obligatorio modernizar la Administración, dotar a los empleados públicos de los medios necesarios para desempeñar su trabajo; necesitamos eliminar las colas presenciales en aspectos como la renovación del bonobús; necesitamos que la gestión de los campamentos de verano se agilice; que se profesionalice también el proceso de la gestión de chiquibecas; y la apertura de nuevas empresas y; sobre todo, necesitamos poner en marcha la administración electrónica”. La implementación de la administración electrónica, que se ha ido aplazando durante demasiados años, supone una inversión urgente y necesaria que permitirá un ahorro importante en el medio plazo.

De esta manera, el Consistorio afrontará en el próximo ejercicio inversiones de ciudad y un proyecto de modernización de la Administración de Logroño “con el fin de que nuestro Ayuntamiento sea de primera, porque Logroño tiene que ser de primera división y ofrecer los servicios que la ciudadanía reclama”, ha explicado Pablo Hermoso de Mendoza. Para llevar a cabo proyectos y, en consonancia con la evolución del IPC anual, se plantea una actualización moderada, justa y progresiva de varios impuestos locales y algunas tasas.