Rubén Antoñanzas pide que se resuelvan los problemas de ruido derivados del soterramiento del tren que afectan a los vecinos de Lobete
Los vecinos solicitan que se tape el cajón ferroviario hasta Tirso de Molina o que, en su defecto, se coloquen pantallas para paliar la contaminación acústica.
El concejal del Partido Riojano (PR+) en el Ayuntamiento de Logroño, Rubén Antoñanzas, ha presentado la propuesta del Partido Riojano para resolver los problemas de ruido derivados del soterramiento del ferrocarril, que afectan a los vecinos de los edificios de Tirso de Molina 2-4 y Lobete 64.
El concejal regionalista ha comparecido en rueda informativa junto a los representantes de las comunidades de vecinos afectadas, a los que el PR+ está apoyando para tratar de paliar su actual situación. Antoñanzas trasladará sus reclamaciones al Pleno pidiendo que, en la medida que sea posible técnicamente, “se concluya la cobertura del trazado ferroviario hasta llegar a la calle Tirso de Molina”.
En caso de que ello no fuera posible, el Concejal del PR+ reclama al Consistorio que “solicite a Adif la adopción de medidas, como la colocación de paneles acústicos, tendentes a paliar los efectos acústicos del paso del ferrocarril por dicha zona de viviendas”.
En tercer lugar, es evidente el mal estado de la zona, por lo que el Partido Riojano propone, además, que se pida al Ayuntamiento “la realización de un paseo que ponga en valor esa zona y se adecente el área afectada con decoración vegetal, de manera que además de solucionar el problema de ruido que sufren estos vecinos, estemos también construyendo ciudad”.
Los vecinos reclaman soluciones
Las comunidades de propietarios de Tirso de Molina 2 y 4, y de Lobete 64 de Logroño, llevan desde mayo de 2014 haciendo constar sus quejas por los molestos ruidos del tren a su paso por sus domicilios, hecho del que ya han informado en varias ocasiones tanto al Ayuntamiento de Logroño como a los responsables de la Sociedad estatal administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif).
El proyecto de construcción de la Integración del Ferrocarril en la ciudad de Logroño, Fase I, implicó el soterramiento del ferrocarril hasta la zona donde se ubican las citadas comunidades de propietarios. “A lo largo de los más de 20 años de planificación y desarrollo de esta obra muchas han sido las promesas que hemos recibido los vecinos por parte de los grupos políticos”, ha expresado Esperanza Ollero, representante de los vecinos.
En concreto, según las palabras de Ollero, “los vecinos de la Avenida de Lobete siempre hemos creído -porque así nos lo han informado- que el soterramiento llegaría hasta la calle Obispo Fidel /Tirso de Molina”. De hecho, “las pantallas de hormigón sobre las que se apoya la tapa del cajón soterrado llegan hasta ese punto”, explica.
“Todos los partidos políticos, cada vez que se ha planteado hasta dónde se podía soterrar se han comprometido, incluso, hasta poder soterrar el tren en el barrio de Los Lirios, que está mucho más lejos. Lo que nunca podíamos pensar es que ni siquiera se soterrara medio barrio de Avenida de Lobete y de Piqueras”, se ha quejado la representante vecinal.
Por su parte, el concejal riojanista ha explicado que el PR+ ha mantenido siempre su coherencia en el tiempo, “creemos que el soterramiento debiera haberse hecho hasta Lobete, tal como se dijo desde el primer momento”
“Estamos peor que antes del soterramiento”
Según han trasmitido al Partido Riojano, los trescientos vecinos que forman estas comunidades padecen los ruidos derivados del tráfico ferroviario en mayor medida que antes del soterramiento, algo que se multiplica notablemente en el horario nocturno.
Rubén Antoñanzas ha explicado que “han dejado a la mitad el soterramiento en este barrio, algo indecible en una obra de más de 200 millones (Fase I) y prometida por todos los partidos en determinados momentos”. A su juicio, “en un mismo barrio no puede haber vecinos de primera y vecinos de segunda, es algo incomprensible”.
Además, el concejal regionalista considera que “esta obra haría posible que el parque Calderón de la Barca (sector Piqueras) se integrase con el pasillo verde ferroviario y pudiera ser disfrutado por los vecinos de Avenida de Lobete”.
Por su parte, Esperanza Ollero, portavoz de los vecinos, insiste en la idea de que “somos los únicos vecinos que después del soterramiento estamos peor que antes, ya que por el efecto de entrada y salida del túnel y el aumento de velocidad y el ‘efecto rebote’ en las pantallas acústicas de Piqueras, el ruido ha aumentado considerablemente”.
El Partido Riojano en el Ayuntamiento de Logroño exige una solución inmediata para estos vecinos, que “se ven sometidos a un alto nivel de contaminación acústica”, por lo que cree que “es hora de establecer el compromiso firme por parte del Consistorio de que se van a tomar las medidas necesarias para disminuir los niveles de ruido y garantizar el normal descanso de estos vecinos”.
Desde el origen del proceso del soterramiento, fueron instaladas unas pantallas acústicas en el lado sur de esa zona, lo que sirve de protección a los vecinos que se encuentran al otro lado de la vía. Sin embargo, no existen pantallas en el lado opuesto. Por ese motivo, Antoñanzas entiende que un remedio para mitigar las molestias que soportan los logroñeses de Tirso de Molina y Lobete podría ser la instalación de paneles en el lado norte.