La alcaldesa anuncia que el Corredor Ecológico del Ebro comenzará a construirse por la zona de Varea, al final del Parque del Iregua, ejecutándose 6,5 kilómetros en esta Legislatura
El Ayuntamiento ha aprobado la asistencia técnica de uno de los proyectos más ambiciosos en nuestro modelo de “ciudad sostenible”.
En la reunión de la Junta de Gobierno se trató uno de los proyectos más ambiciosos que Logroño desarrollará en el futuro dentro “del modelo de ciudad sostenible que estamos construyendo”. Así lo ha afirmado la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, al confirmar la recepción de la asistencia técnica para la redacción del Proyecto de adecuación de un sendero de ribera en la margen derecha del Ebro; “un espacio de encuentro social para los logroñeses, de acercamiento y disfrute de la naturaleza”.
Un proyecto “que busca devolver el trazado del GR a su ubicación natural, más próxima al río, y que no sólo tiene una función lúdica estacial y para el tránsito de peatones y bicicletas sino que facilitará el mantenimiento de las riberas, una gestión a veces complicada cuando se producen grandes crecidas”.
Con un total de 22 kilómetros, los que distan entre el Soto de los Americanos y el Meandro de El Cortijo, una anchura de entre 2,5 y 3 metros y un presupuesto global de algo más de dos millones de euros, será ejecutado en cinco fases, siendo una actuación que abarcará varias Legislaturas. En ésta, la previsión hecha pública por Gamarra es acometer dos tramos: del final del Parque del Iregua al Soto de la Sabuquera (3.076,926 metros) y de ahí hasta el Soto de los Americanos (3.534,662 metros).
La intervención arrancará por tanto a la altura del barrio de Varea, por la razón explicada por la alcaldesa: “Comenzaremos en el tramo que corresponde a Varea a fin de dar continuidad al dique de contención que allí existe, para preservar las tan apreciadas huertas localizadas en este espacio de posibles innundaciones en momentos de grandes avenidas del río”.
El siguiente ámbito que podría abordarse es el que corresponde al Meandro de El Cortijo, “cumpliendo así con un deseo de los habitantes de este barrio al incluirse la recuperación de los miradores naturales de la zona”, según se ha comprometido la alcaldesa.
En paralelo, el Ayuntamiento seguirá trabajando en la obtención de los terrenos y de los permisos necesarios para acometer el resto del Corredor, “considerando que se trata de una actuación de especial cuidado medio ambiental”.
De hecho, el estudio recoge un extenso inventario ambiental de la zona, en la que se incluyen todos los aspectos relacionados con el marco legal y el medio físico, natural, cultural, social y económico de la zona. Aunque de la evaluación de los efectos ambientales se concluye un impacto “muy bajo”, ratificado por los informes de las administraciones competentes, se contemplan medidas no solo para minimizarlo sino para la mejora paisajística y ambiental de esos espacios. En concreto:
-1. Actuaciones intensivas: retirada de vegetación rala o seca e incluso peligrosa por su estructura, limpieza de residuos inertes, nivelaciones groseras, perfilados, subsolados y laboreo de superficies anexas al sendero, aporte de tierras vegetales, rastrillados y despedregados, acolchados con mantas de coco, siembras e hidrosiembras de taludes, reposiciones vegetales autóctonas. También se contempla la creación de nuevos bosquetes de ribera, ornamental y mediterránea, con plantas productoras de bayas para la fauna; y otros bosquetes para la ocultación de espacios degradados y la fauna.
-2. Plan de intervención sobre la vegetación preexistente y de selvicultura de ribera: Actuará sobre la sensible banda de vegetación riparia (de ribera) colindante con el sendero y que evitará causar daños al arbolado, saneará la masa forestal, prevendrá derribos prematuros sobre la nueva vía y situaciones de riesgo respecto de su uso público, mejorará la calidad del ecosistema y la posibilidad de regeneración y renovación del bosque de ribera. Los restos vegetales que se obtengan serán convenientemente gestionados, reutilizando parte de ellos dentro de la propia obra a modo de coberturas biodegradables y enmiendas orgánicas.
-3. Plan de restauración de superficies degradadas y de revegetación: Medidas relacionadas con la nueva vegetación y el control de la erosión y pérdida de suelo, redundando en una mayor calidad paisajística y ecológica en todos los niveles (siembras, hidrosiembras, acolchados, creación de escolleras vivas, plantaciones propias de los diversos ecosistemas…)
-4. Programa de vigilancia ambiental, que controlará todas estas cuestiones ambientales y dirigirá las actuaciones de carácter forestal.
El sendero será equipado con un mobiliario que tendrá el triple objetivo de facilitar el descanso (bancos, mesas, aparcabicis…); mejorar la seguridad del usuario (talanqueras o vallados, hitos de cierre a vehículos); y adecuar algunos espacios de ocio junto al río.
El equipamiento seguirá las premisas de rusticidad, integración, sostenibilidad, durabilidad, reutilización… y también tendrá presente las limitaciones legales que impone el actuar en zonas de dominio público hidráulico, así como otros condicionantes como el vandalismo.
Todos los elementos son importantes en un proyecto de estas características. Así, la señalización está obligada a seguir unas especificaciones concretas que la homologue dentro de la Red de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Se incluye por tanto un conciso estudio de planificación señalética, proponiéndose y georeferenciándose marcas horizontales GR, balizas, palos de seguimiento, señalizaciones verticales de dirección, carteles y señales informativas en diversos formatos, preventivas, mesas temáticas, hitos kilométricos…
El total del proyecto abarca cinco tramos:
-Tramo I. Desde el inicio del sendero, en el Camino de la Bodeguilla, junto al término municipal de Fuenmayor, hasta el Camino de La Llana, junto a una explotación minera. Longitud: 6.362, 800 metros.
-Tramo II. Hasta un área de descanso en la LR-441, de Logroño a El Cortijo. Longitud: 2.731,472 metros.
-Tramo III. Hasta la senda que existe en el Parque de El Cubo, pasado el puente de Sagasta, conectando con los itinerarios existentes en los distintos parques del tramo urbano coincidiendo con el Camino Natural del Ebro GR-99. 4.892,018 metros.
-Tramo IV. Hasta el Soto de la Sabuquera y el Camino de Canicalejo, conectando con la red de caminos públicos que existe. 3.076,926 metros.
-Tramo V. Hasta el Soto de los Americanos y el Camino Viejo de Calahorra, en donde vuelve a conectar con el trazado del GR. 3.534,662 metros.
Estos dos últimos serán los que primero se acometan, estando prevista su licitación a principios del año que viene, una vez concluida la tramitación administrativa de un proyecto complejo por ser necesario disponer de los terrenos de ribera y de permisos para una intervención de especial cuidado medio ambiental.
El presupuesto global de ejecución material ha sido calculado para su licitación en 2.198.390,87 euros (IVA incluido), de los que 347.993,52 corresponden a la fase inicial, la de los tramos IV y V; cada uno de ellos con un plazo de ejecución de tres meses.
Gamarra se ha referido al objetivo final del proyecto “que coincide con el perseguido por varias Corporaciones: la integración del Ebro”. Si bien “hasta el momento habíamos concentrado nuestros esfuerzos en la margen sur, la más próxima a la ciudad consolidada, y en los últimos años estamos trabajando en la ribera norte, en donde tenemos una gran oportunidad al encontrarse en ella naturaleza en toda su pureza. Una zona muy desconocida que alberga un gran tesoro medio ambiental. De ahí la necesidad de ser muy respetuosos, muy cuidadosos, en la intervención que se realice”.